¡Está aclarando la mañana en Venezuela! (Olga Ramos)

Apuesto que más de uno leyó el título y dijo: ya se nos volvió loca la Olga… los más benevolentes seguro pensaron: perro, se peló, se le olvidó quitar la publicación programada… pero no, como ayer, sigo creyendo que «está aclarando la mañana en Venezuela».

Obviamente que el resultado de la elección no es el que aspiraba y mucho menos el que me gusta, pero, es el que es y nos comunica algo que, como colectivo, hemos estado ignorando. De hecho, nos comunica varias cosas.

Una de las primeras cosas que nos muestran estos resultados es que la abstención sigue existiendo, más tres millones y medio de personas, ya no el 25 % como en 2006, pero la abstención sigue siendo una opción válida para un porcentaje de venezolanos y debemos indagar por qué y trabajar para que ello cambie. En esto no se valen los sobreentendidos o las explicaciones fáciles, hay que escudriñar a fondo y trabajar en consecuencia, porque no expresarse es una acción política que perfila una posición y que tiene consecuencias. En este caso, no podemos conformarnos con colocarlos en la categoría «no acción» y presuponer su contenido o preferencias.

En segundo lugar, como ya dijeron muchos desde anoche, el resultado nos indica que, mientras la opción oficialista tuvo pocos votos más que en el 2006, con los que, a duras penas llega al 9 % de crecimiento, nosotros crecimos en casi un 50 % como opción electoral. De hecho, crecimos a pesar de que, como sociedad política, seguimos muy poco estructurados, con partidos políticos aún muy débiles (como bien apunta mi querido amigo Ananías) lo que dificulta la contienda. Y en este caso, me refiero a todos, los oficialistas y los opositores, los tradicionales, los que están en consolidación, los que están en construcción y los que apenas están por nacer.

Pero como opción electoral, podemos reconocer que estamos más cohesionados que en los precedentes 14 años, y más apegados a las prácticas democráticas pues llegamos a nuestro candidato en elecciones primarias, construimos una propuesta de gobierno consultada con la gente en las regiones y sobre todo, respetamos bastante las reglas de juego que nos impusimos como colectivo.

De hecho, como colectivo, demostramos que somos capaces de tener referentes comunes como visión de país, como el concepto que construimos y denominamos, «la Venezuela del Progreso», concepto que, tenemos que reconocer que, hasta el momento y a pesar de los esfuerzos hechos por el Comando y el candidato, es más un eslogan que apenas comienza a perfilarse como visión de país, por lo que parte del trabajo que tenemos por delante es cargarlo de contenido más detallado, y re-construir sus significados de forma participativa para que podamos compartir a fondo el propósito y sentido de nuestra ruta, para que todos podamos tener claro, con detalles, para donde vamos y el tipo de país por el que todos queremos apostar.

Así mismo, como opción electoral demostramos que somos capaces de manifestar nuestra posición, de salir a la calle a hacer campaña y de participar masivamente en procesos electorales. Sin embargo, demostramos también, que no somos perfectos, que nos faltan muchas cosas por superar, muchas cosas en las que trabajar, dirigencia y ciudadanía, comenzando por superar el inmediatismo y la coyuntura como referentes de acción política, para incorporar en nuestra vida cotidiana un permanente, sano y constructivo ejercicio de la ciudadanía, porque un país se construye o se destruye día a día con nuestras posiciones y acciones cotidianas, más que con grandes demostraciones en momentos específicos. Por eso es imprescindible que dejemos de ver nuestra dinámica política como una sumatoria de coyunturas y comencemos a trabajar todos los segundos de nuestras vidas por una Venezuela diferente, a ser nosotros mismos diferentes de verdad.  Sólo así podemos contribuir a erradicar de nuestra dinámica política y de nuestro comportamiento ciudadano muchas prácticas antidemocráticas y antiéticas, que resultan excluyentes tanto por su desconocimiento al otro, como por su menosprecio y su carga racista y clasista. En otras palabras, necesitamos crecer y madurar como ciudadanos y como opción política, pero vamos por buen camino.

En tercer lugar, y no por ello, menos importante, sino al contrario, quizá lo más importante, estos resultados pusieron sobre la mesa que casi 8 millones de venezolanos apostaron por su seguridad, sí, como nosotros. Y entiéndase que no digo que apostaron por su «comodidad», sino por su seguridad. La diferencia no es para nada irrelevante.

De hecho en estas elecciones, todos los que decidimos expresar nuestra voluntad y preferencia a través del voto, apostamos por nuestra seguridad. Unos por la que no tenemos y perseguimos y otros, por la que sienten que tienen, que no es precisamente la de vivir sin el riesgo de morir en manos de un malandro, porque con esa conviven desde hace muchísimos más años que nosotros, sino por la seguridad de ser considerados y formar parte, a pesar de las deficiencias.

En eso coincidimos, en el término y en lo que nos mueve a la acción política, diferimos en lo que significa para cada quién, en lo que se traduce en nuestra cotidianidad.

Ese alrededor de 8 millones de venezolanos, como nosotros, votaron seguramente matizados por el miedo y en esto hay muchos miedos posibles que se expresaron, pero miedos, al fin, como los nuestros. Nosotros expresamos nuestra voluntad en contra y por el miedo a que impere el reino de la violencia, a que nos terminen de arrebatar el país, a que se imponga más la arbitrariedad, las expropiaciones, las improvisaciones, la destrucción institucional, pero ellos expresaron su voluntad en contra y por el miedo a perder su reconocimiento como ciudadanos, el apoyo económico, afectivo y hasta psicológico que les ha brindado la dinámica política actual, a que les arrebaten el país que sienten que apenas ahora han ganado, a que regresen las arbitrariedades y la exclusión tan cruda que por mucho tiempo experimentaron, entre otras cosas. Y es que, en términos de miedo, hay muchas cosas por comprender, comenzando por asumir que nos tenemos miedo los unos a los otros, esa es una de las razones por las que nos mantenemos tan fracturados.

Estos resultados nos permiten ver que no podemos seguir pensando que sólo tenemos un problema que es «Chavez en el poder» o una «mayoría que prefiere el facilismo o la mediocridad», como a muchos les ha dado, con esas u otras palabras, por decir en las redes sociales.

Tenemos que reenfocar la mirada, ese es parte del aprendizaje que nos tienen que dejar estos resultados. Tenemos que aprender a mirar, comprender y reconocer al otro, más allá de la ilusión que se produce al incluirlo en nuestro discurso.

Tenemos también que reconocernos en el otro, identificar aquellas cosas que creemos que no nos gustan porque no las compartimos, cuando, en el fondo las replicamos en otro contexto o a nombre de ideales que consideramos más nobles. La búsqueda de la seguridad, el miedo, pero también la viveza y la soberbia son rasgos que tenemos en común y que, con diferentes matices, nos identifican a la vez que nos producen rechazo del y en el otro.

Lo que nos dicen estos resultados, en efecto, es más profundo que lo que queremos ver, pero de ello depende que pasemos de ser una sociedad fracturada a un país en convivencia. Pensemos que en estas elecciones se puso en evidencia que somos dos grupos casi de las mismas proporciones que estamos dispuestos a expresarnos y a validar la opción que queremos. De hecho, con las cantidades registradas, no podemos decir que realmente hay una mayoría que se expresó. No, esa mayoría aún hay que construirla, es por eso que lo que nos sale ahora, realmente, es dedicarnos a entendernos, comprendernos y aceptarnos, a sentar las bases para reencontrarnos y poder construir una mayoría que se exprese cotidianamente como «ciudadanos en convivencia» y fraguar, segundo a segundo y de forma concertada, una Venezuela en la que coincidamos.

Y para ello, la buena noticia es que las semillas están sembradas, las vimos en el brillo de los ojos de nuestros jóvenes que votaron por primera vez, cuando salieron mostrando su dedo entintado, pero también en los de los muchos otros que desde diversos flancos y espacios han decidido dedicar horas de su vida a la participación política. Las vimos en la entereza, dignidad y gallardía con la que nuestro candidato se dirigió al país anoche y durante toda la campaña. Las vimos en el trabajo y la entrega a una causa común de los otros candidatos, los que no resultaron ganadores en las primarias presidenciales y de sus equipos que se dedicaron a recorrer intensamente la geografía nacional; en el de los miembros de muchas comisiones técnicas del Comando Venezuela que apartaron tiempo de su dinámica cotidiana para sentarse con otros a construir una propuesta de cambio; en el de los miembros, observadores y testigos de mesa, así como en los encargados de la logística pre y post electoral.

Esas semillas las vimos y las seguiremos viendo en las caras de complicidad de los más de 6 millones de venezolanos que coincidimos muchas veces en las manifestaciones de calle o en reuniones y discusiones en estos últimos 3 meses y que nos dimos cita ayer para expresar nuestra preferencia a través del voto.

Pero también las vemos en las sonrisas de los casi 8 millones de venezolanos con los que no compartimos una misma visión, pero que tienen la esperanza puesta en un mejor país, muchos de los que, durante estos 14 años han salido a protestar y a exigir que se les cumplan las promesas hechas, y que cuando nos cruzamos en la calle, hoy, nos miran con la frente en alto, de tú a tú, algunos sobrados como muchos de nosotros, pero otros con calidez y humildad, recordándonos que ahora ellos también forman parte.

Esas semillas con las que convivimos cotidianamente, esas que ahora podemos ver y con las que podemos en efecto contar, son las que, a pesar de todo, hacen el aire más ligero y las que me permiten mantener seguir afirmando que «esta aclarando la mañana en Venezuela».

36 comentarios en “¡Está aclarando la mañana en Venezuela! (Olga Ramos)

  1. Interesante pensado, Olga, mas no lo comparto del todo. Honestamente no creo que nos repongamos en un tiempo de este batacazo, y como de costumbre, lo tomaremos a chacota…Por otra parte, quien te garantiza que vamos a tener otras elecciones…dentro de 6 anos? Con todos los poderes secuestrados?, (pobre Rousseau!!!) Sabes en quienes he pensado muchisimo? En los Comisarios, vaya a ellos mi reconocimiento, en la Jueza Afiuni, valiente y decidida que deben estar llorando todavia mas amargamente que todos nosotros. Necesitamos tiempo? Y estos 14 anos de que nos han servido, explicame?
    Diana Diaz Z.

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    1. Gracias por tu comentario Diana.

      Creo que nos repondremos, aunque tendremos tiempos y procesos diferentes, ninguno fácil, por cierto.

      Por supuesto que no hay ninguna garantía de nada, más de lo que fragüemos con esfuerzo cotidiano. En eso confío y por ello apuesto a las semillas sembradas.

      También he pensado en ellos, casi todos los días. En especial, en Forero a quién tuve la oportunidad de conocer como alumno. El y Yajaira también, una mujer tremendamente valiosa también.

      Y finalmente, te confieso que pienso que hemos sido lentos aprendices, muy lentos para mi gusto, pero así somos como país y con el país que tenemos es con el que contamos. Ese, lento en aprendizaje, ya va acercándose más al que queremos y por él vale la pena la entrega cotidiana.

      Tamaragua
      Olga Ramos

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      1. Olga, que fabulosa elocuencia!. Tu tercer (pero mas importante) punto precisamente describe lo que siento esta pasando con nuestro pais, ahora dividido en «ellos» y «nosotros». Tenemos que continuar cuidando de las semillas sembradas y buscar el acercamiento con «ellos» porque somo un mismo pueblo. Con nuestro ejemplo y trabajo «ellos» llegaran a comprender que Chavez no es la solucion: Hay Un (mejor) Camino.

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      2. Estimada Zulay,

        Muchísimas gracias por tu comentario.

        En efecto es fundamental buscar el acercamiento, pero, si me permites una precisión, para construir entre todos el camino. El encuentro no se puede seguir viendo o pensando como el espacio para «convencer al otro» de «nuestra verdad», sino como el espacio para «construir entre todos» un país en el que nos sintamos identificados. Eso implica poner sobre la mesa estilos, aspiraciones, valores, rutas, formas de convivencia, entre otras, para encontrar coincidencias y trabajar sobre las diferencias. Construir entre todos significa poner sobre la mesa nuestras aspiraciones para verlas realizadas, algunas, y ceder en otras, para que se vea realizada la mejor combinación posible. De eso se tratan tanto la política y como la convivencia.

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    2. Estoy de acuerdo con Diana, pienso en los comisarios y en la Jueza Afiuni, hay que ponerse en los zapatos de ellos también. Y 14 años me parece más que suficiente, un mandatario ni siquiera por ser excelente, debe mantenerse tanto tiempo en el poder, eso véase como se vea, es dictadura.

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      1. Jenny y Diana,

        Creo que además de ponerse en sus zapatos, hay otras cosas que los pudieran ayudar, en este momento. Por ejemplo, pueden apoyar a sus familias que seguramente lo apreciarán.

        Si necesitan contactarlos, avísenme que, al menos creo que puedo ponerlas en contacto con Yajaira para ver qué necesitan.

        En estos momentos, como siempre, la solidaridad se expresa mejor con acciones que con sólo palabras.

        Un abrazo

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  2. Tu reflexión me ha permiso comprender algunas cosas mas de las que nos han pasado. Principalmente entender que el miedo al que te refieres no es a perder el cargo o la misión, sino a volver a ser excluido. Yo al no haber sido excluida, no era capaz de comprender lo que eso significa. Ahora lo entiendo. Y comparto contigo ese amanecer. Cada día mas cuido mis palabras y mis actitudes para no excluir a nadie y espero que muchos como yo lo estén haciendo. Gracias por poner luz sobre la confusión.

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    1. Muchísimas gracias a ti, Irma. Me alegra haber puesto un granito de arena en tu comprensión.

      Creo que es importante y felicito tu actitud porque ese tipo de aportes que parecen pequeñitos, son los que hacen la vida. Como tú, espero que cada día más personas lo estén haciendo.

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  3. Hola Olga te felicito y comparto plenamente tu escrito. Ya me levanté esta mañana pensando en lo que debo hacer para apoyar y continuar el camino empezado a trazar, ayuda y solidaridad con el otro y educación, debemos llevar educación a donde mas se necesita y no quedarnos solo en nuestros colegios privados, debemos apostar por una educacion pública de calidad pero no podemos dejarsela solo al gobierno necesitamos meternos ahi, con mas ahinco, no se como pero lo debemos hacer, un abrazo y gracias (andiepcarabobo@gmail.com )

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    1. Querida Luisa, gracias por tu mensaje. Me encanta tu entusiasmo.

      Creo que hay muchas formas de apoyar al Estado para lograr un educación de calidad en todos los ámbitos, oficial y privado. Me atrevo a sugerirte que cada uno de las escuelas de Andiep ubique a las escuelas oficiales más cercanas y establezcan espacios de intercambio entre directivos y docentes sobre prácticas pedagógicas y de gestión. También pueden apoyar la conexión entre padres y familias de esas escuelas para que establezcan espacios de intercambio sobre el funcionamiento de las sociedades de padres y el apoyo a los hijos en sus procesos de aprendizaje. Avísame si te parece oportuna y adecuada la sugerencia, porque podemos conversar un poco sobre cómo llevarla a cabo.

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  4. La tristeza que me embarga no obedece a un «ganar o perder», es mirar como un país se ha volcado con tanta facilidad a la indolencia, a la sub-estimación, a la falta de amor propio. Me entristece y llena de vergüenza la manipulación siniestra y descarada de mucha gente que teniendo libros en sus manos, teniendo historia cotidiana de hogar y familia, mal utilice las herramientas para volver este pueblo aún mas miserable.
    Me duele aquel que sueña con un techo de cartón impermeable durmiendo entre roedores, me duele el odio sembrado, me duele el auto-castigo de las clases oprimidas, me duele la ignorancia y la desesperanza enquistada y protegida.
    Sobre las ruinas morales, sobre la conveniencia y las posturas sinvergüenzas, sobre ese deterioro social y la tesis de exclusión, me siento exiliada soñando con escuchar mi eco en este vacío. «esta aclarando la mañana en Venezuela, ojalá a todos les guste el sol»

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    1. Estimada Minerva,

      Entiendo tu tristeza y te agradezco que la hayas expresado. Creo que la tristeza debe dar paso a la acción, porque sólo la acción constructiva, en el ámbito que esté a tu alcance, hará posible un cambio que permita erradicar las prácticas que hoy criticas.

      Comparto contigo, y por supuesto, con todo el que lo quiera leer, un artículo de Ana Teresa Torres sobre la Tristeza que tiene partes que seguramente pueden servirte.

      http://prodavinci.com/2012/10/08/actualidad/acerca-de-la-tristeza-por-ana-teresa-torres/

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  5. Me pregunto si parte de la explicación del fenómeno general no se encontrará en la obra de Herrera Luque sobre la psicopatología del venezolano.. Recuerden a Boves El Urogallo.
    En esta visión no estamos luchando por ser mejores, sino que castigamos al que nos parece que cree ser mejor que nosotros.
    ¿Algún psiquiatra entre los lectores?

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    1. Hola de nuevo Luis,

      ¿Sabes? ese libro de Herrera Luque, era mi libro de cabecera cuando hacía teatro en la universidad. Lo leí varias veces para tratar de comprender algunos personajes y por lo que recuerdo, puede explicar algunas cosas. Sin embargo, hay dos libros de Axel Capriles que ilustran muy bien algunas características de nuestra idiosincracia y que te sugiero que busques si no has tenido la oportunidad de leerlos. El primero se llama «La picardía del venezolano o el triunfo de Tío Conejo» y el segundo «Las fantasías de Juan Bimba».

      También con un enfoque más político, hay algunos trabajos compilados por Angel Oropeza sobre el fenómeno de la «sumisión política» y el trabajo de Ruth Capriles publicado como «el libro rojo del resentimiento». Bueno, estoy segura de que muchos de nuestros psicólogos, psicólogos sociales y psiquiatras tienen trabajos valiosos que nos puedan ayudar a profundizar.

      Ahora, si hay algún psiquiatra entre los lectores, a mi también me encantaría leer su opinión.

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  6. Me gustó mucho tu reflexión y comparto plenamente lo que dices. Tengo rato proponiendo que es necesario comenzar a reconocer qué es lo positivo de CHávez y del chavismo, reconocer los avances que puede haber significado y desde esas rutas, seguir buscando caminos. Porque no podemos seguir partiendo de la idea de que los que votan por uno o por otro son mentes inferiores que requieren de ser dominadas, cuando no eliminadas.

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    1. Hola Mónica,

      Muchas gracias por tu comentario. No sé en que campo laboral te mueves o cuáles son tus inquietudes específicas, pero ¿qué te parece si comienzas poniendo algunas ideas en blanco y negro al respecto? dado que tienes rato haciendo esa propuesta, seguramente algunas ideas en mente que pueden servir de arranque.

      ¿Te entusiasmas?

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  7. Soy chavista y desde Noruega quiero darte las gracias por devolverme, aunque sea un poquito, la esperanza de que los venezolanos de ambos bandos, en el futuro, logren descubrirse y reconocerce como seres humanos del mismo valor. Creo sin embargo, que el esfuerzo mas grande le corresponde a esa parte de la oposicion que opera con una vision clasista y racista. Tu reflexion sobre los miedos ha sido muy valiosa para mi, y por eso me gustaria que tu escrito fuera leido por muchos, independientemente de la preferencia politica.

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    1. Hola Jennifer,

      Muchísimas gracias por tu comentario. Concuerdo contigo en que el mayor esfuerzo, para lograr reconocernos y respetarnos como iguales, lo tendrán aquellos que operan con una visión clasista y racista, los de oposición y también los simpatizantes del oficialismo. Creo que algunos han comenzado ese trabajo y aspiro a que el espacio para el miedo, el odio y el rechazo, se vaya reduciendo progresivamente por ello.

      Si quieres ayudar a difundir el escrito entre tus conocidos, te lo agradezco enormemente.

      Quiero comentarte algo más, yo canto en un grupo vocal en la Universidad Simón Bolívar. Está conformado por profesores y egresados, entre los que hay chavistas y opositores, en ambos casos somos activos en nuestra opción política. Como grupo nacimos en 1995 y durante estos 14 años en los que el fraccionamiento afectó a grupos, organizaciones y hasta familias, nosotros hemos logrado una sana convivencia. Somos amigos, cantamos juntos, nos respetamos como personas y respetamos nuestras posiciones políticas aunque no las compartamos y aunque nos sea difícil en los momentos de mayor tensión. Esa experiencia, la que durante tantos años hemos experimentado en el Grupo Vocal Garúa, me ha permitido mirar las cosas con otros ojos y tener intacta la esperanza.

      Un abrazo

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    2. Hola Jennifer.
      Soy venezolana, no soy chavista y también vivo en Noruega. Quería confesarte que tu comentario ha sido, para mí, el más esperanzador de todos los que he leído. Como tú, pienso que hay un sector de la oposición que debe hacer un arduo trabajo para bajarle el tono a los insultos y a las agresiones verbales (desarme verbal, lo llamo yo) y a la actitud excluyente. Sin embargo, quiero decirte que no solo en la oposición hay un sector que opera con una visión «clasista y racista»; también, desde el gobierno, hay sectores que los promueven.

      Creo, que el esfuerzo más grande le corresponde a ambos grupos (no por chavistas u opositores), sino por promover la exclusión y el irrespeto al otro.

      Te envío un fuerte y caluroso abrazo venezolano desde las, ahora helándose, tierras escandinavas.
      Saludos
      😉

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      1. Querida Elida,

        Que gusto leerte. Como sabes, estoy totalmente de acuerdo!

        Me atrevo a proponerte, a ti y a Jennifer que se conozcan personalmente. Conociéndote y leyendo a Jennifer, tengo la corazonada de que harían buenas migas, tendrían conversaciones muy interesantes y hasta se podrían apoyar solidariamente en ese distante y hermoso rincón del mundo.

        Si les parece y me dan permiso, les envío a ambas un correo para que tengan sus direcciones.

        Tamaragua
        Olga Ramos

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  8. Olga … muchas gracias! sabia lo fácil que era compartir y convivir con el otro en Garua, los objetivos y las responsabilidades estaban claras, el cariño también. No entiendo como sociedad, donde y porque se fractura eso y comienzan los odios y la intolerancia. No estamos todavía preparados para tanto idilio. Luchar con la agresividad y la necesidad de «quítate tu pa ponerme yo» y eliminar el resentimiento no esta fácil. Gracias por aclararme ese punto del miedo y el pertenecer que realmente nos atañe a todos. Ojala amanezca pronto.
    besos

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  9. Opino que el país escogió entre dos alternativas, la de un mensaje donde te ofrecen oportunidades para superarse y salir adelante y otro en donde te regalan todo y como dices apostaron por su seguridad, por mas vale malo conocido que bueno por conocer. No les importa que esten entregando el país a los cubanos, que apoyen a las FARC, que sean tipos izquierdozos comunistas, que tengamos que seguir viendo la corrupción, las expropiaciones, la destrucción de la producción, de la propiedad privada, la ineficiencia de los servicios públicos porque primero está la Patria, su presidente vitalicio. Lamentablemente el 54% que votó no está preparado para tener a Capriles, que está a otro nivel, otra forma de hacer politica. Como es eso de que Capriles es el candidaio de la burguesía ? es decir somos 6.500.000 de burgueses ? si los ricos son ahora Diosdado y su combo. Toda la vida nos hemos relacionado la gente de todos los niveles in problemas hasta que llegó Chavez con su resentimiento social a lanzar un mensaje de división y odio de clases que repetía cada domingo hasta hacerlo verdad. Tu no tienes casa porque invadiste un terreno, te robas la luz, el agua y no pagas impuesto, vino la lluvia te desalojaron y exiges una solución habitacionar, pero eso es culpa de que yo tengo vivienda porque me reviento trabajando para pagar la cuota del banco y no exigo que me regalen una vivienda, por eso me tildan de oligarca ? pues entonces si lo soy. Cuál de los dos tiene razón? no es cuestión de clases sino de visión del futuro, el rancho está en la cabeza. El pueblo prefiere la anarquía y el populismo que Chavez les transmite.

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    1. Estimada Carolina,

      Muchas gracias por tu comentario.

      Comprendo y respeto tu opinión, aunque no comparto el tono y la actitud despectiva con la que describes y calificas a quién piensa diferente a ti. Hay muchos preconceptos y rabia en tus expresiones y comprendo que puedes estar muy molesta con lo que ha sucedido en el país y con los resultados electorales, pero el calificar al otro e insultarlo ni cambian lo sucedido o los resultados, ni apuntan a identificar el problema y a buscarle soluciones.

      Creo que es importante reflexionar sobre ello porque en el país vivimos todos, y lo que hoy tenemos es producto de nuestras acciones, omisiones y actitudes.

      Tamaragua
      Olga Ramos

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  10. Olga me encanta lo constructiva y noble que eres y me parece bien porque hay que seguir adelante con la mejor de las caras y luchando por una Venezuela como la soñamos. Creo tambien que Capriles es un digno representante de los venezolanos. Lo que si, aunque digan lo que digan en busca de la paz social y con la esperanza de un futuro proximo, nos robaron las elecciones, fue una trampa muy bien armada y no es la primera vez.

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  11. Olga, no te conozco pero comparto total y absolutamente tu posicion, porque pienso igual a ti. Y no solamente por esto sino porque creo que tenemos que comenzar a «vernos» entre los dos grupos y «reconocernos» para que este pais salga adelante. Fraccionados no lograremos que el pais nosotros todos salgamos adelante.

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  12. CRISTINASIEM
    Me parece muy sana la posiciòn de olga ,sobre todo en este momento en que muchos estamos tratando de buscar una respuesta al comportamiento de un pueblo que despuès de catorce años de un mal gobierno siga apoyàndolo, no podemos tapar con un dedo el despilfarro de millones de dòlares que recibiò este gobierno, el endeudamiento al que ha sometido el paìs y las condiciones en que se encuentra èste, aunque lo hagamos con la mejor intenciòn de reconciliaciòn, pero no hay que olvidar que es el propio presidente el que borrò esa palabra del discurso , pidiendo acabar con todo el que no lo apoya y siguen en la misma tònica, basta oirlos diciendo :ahora vamos por ustedes Y haciendo su gesto amenazador , apenas a dias de su pìrrico triunfo, ellos no cambian a pesar del discurso reconciliador de Capriles. No nos llamemos aengaño, serìa tonto creer que van a mejorar, vana seguir robando, destruyendo y mal tratando, pero nosotros seguiremos luchando para cambiar esta realidad y Dios està con nosotros.

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  13. Creo que es de los pocos analisis acertados..sobre rodo cuando dices lo que buscan los oficialistas-» su reconocimiento como ciudadanos, el apoyo económico, afectivo y hasta psicológico que les ha brindado la dinámica política actual, a que les arrebaten el país que sienten que apenas ahora han ganado, a que regresen las arbitrariedades y la exclusión tan cruda que por mucho tiempo experimentaron»- los dibujas de manera muy precisa, creo que es la primera descripcion que me hace sentir que alguien los esta viendo de manera real y profunda sin atacarlos o discriminarlos. Te felicito por poner tus sentires en letras y pido permiso para divulgarlo con tu nombre.

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